En aplicaciones donde tenemos una mezcla de vapores (HC-aire) en la que no es posible o económico recuperar la fracción de hidrocarburo, se puede quemar de forma segura la corriente, minimizando el consumo de gas de aporte y bajo las más estrictas normas de seguridad, aplicando la normativa ATEX que requiere de diferentes medios de protección en cadena.
Dependiendo de la frecuencia del riesgo se clasifican en Zona 0 (que incorporan 3 medidas de protección independientes) o Zona 1, siendo típicos los lazos de control con sistemas de seguridad SIS-SIL, en función del análisis del riesgo.
Típicamente aplicados a vapores donde los gases a tratar son explosivos (mezclas de gases diluidas en aire en concentraciones entre LIE-LSE) son de uso común en la desgasificación de buques cisterna o tanques almacenamiento,